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Perfiles de compradores que no desea en su tienda virtual

Perfiles de compradores que no desea en su tienda virtual

Una de las mayores tiendas en línea en Europa, elaboró un informe en el que dibuja el perfil de estos tres tipos compradores de ecommerce que representan un dolor de cabeza para la mayoría de establecimientos online.

El “comprador guardarropa”, el “compulsivo” y el “exigente” conforman los tres estereotipos de consumidores en línea que hacen un mal uso del derecho de desistimiento o reclamación que muchas de las tiendas online tienen para brindar confianza a sus clientes.

Jordi Vives, Country Manager de Trusted Shops, comparte los tres pefiles de compradores que “devuelven demasiado” y de los que toda tienda de ecommerce intenta “huir”:

Comprador guardarropa: ¿Para qué comprar ropa si se puede pedir prestada? Puede ser “ropa” o cualquier otro objeto. Pongamos el ejemplo de un electrodoméstico: se acerca un acontecimiento deportivo importante como el Mundial de Futbol y la televisión es demasiado pequeña. ¿Qué hace este tipo de comprador? Adquiere una televisión nueva, la utiliza para ver el torneo y, cuando termina, la devuelve y recupera el dinero invertido. El tipo de comprador guardarropa ve los comerciales en línea como máquinas dispensadoras de artículos que no agotarán nunca sus existencias. Esta práctica en teoría no está permitida pero, generalmente, resulta difícil de demostrar.

Comprador compulsivo: Comprar a crédito es muy cómodo para el cliente y puede dar pie a que muchos compren más de lo que su bolsillo realmente puede permitirse. La barrera psicológica que inhibe a la hora de hacer las devoluciones es mucho menor que en las tiendas físicas, ya que en el ecommerce no hay que justificarse ante ningún dependiente cuando se devuelven docenas de artículos a la vez.

Comprador exigente: En este grupo se engloba a los usuarios que, si se compran una camisa, piden en la web como mínimo, cuatro tallas diferentes, o compran el mismo modelo de zapatos en tres colores distintos y, añaden al carrito, además, 20 accesorios. Este tipo de cliente utiliza su hogar como si fuera el probador de una tienda física. Compra lo mismo en varias tallas y colores para probarse y después cambiarlos. Esta práctica, aunque es perfectamente legal, perjudica al comerciante, ya que debe desprenderse de muchos artículos que en realidad no van a ser adquiridos por nadie.

Lo que a veces es gratis para el consumidor, puede suponer un costo para el comerciante ya que, en muchas ocasiones, se hace cargo de los gastos de envío.

Se calcula que sólo una cuarta parte de todos los productos que han sido devueltos pueden venderse de nuevo al mismo precio. A eso habría que añadir el gasto de tiempo y de personal.

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Fuente: CIO México
Imagen: Ryan Born on Unsplash