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Diferencias clave entre el hosting dedicado y compartido: ¿Cuál es la mejor opción para tu proyecto web?

Diferencias clave entre el hosting dedicado y compartido: ¿Cuál es la mejor opción para tu proyecto web?

Llevar al mercado una aplicación web no es tarea sencilla. Además de la planificación y creación técnica y de contenido, es clave la elección de un entorno de hosting adecuado, ya que la falta de hardware adaptado a sus necesidades limitaría innecesariamente las posibilidades de éxito y crecimiento del proyecto web. Por eso hay que plantearse desde el primer momento qué capacidades se necesitan exactamente, tanto a corto como a largo plazo, así como qué medios de financiación están a disposición del proyecto.

Si no operas con un servidor propio, sino que quieres alquilar espacio de un proveedor, probablemente los resultados más frecuentes de tus búsquedas sean  hosting compartido y  hosting dedicado. Estos dos modelos de hosting, ambos más antiguos que el ahora omnipresente cloud hosting, se caracterizan por sus diferentes enfoques de reparto o adjudicación de los recursos hardware (entre varias páginas comerciales). Para saber qué significa esto exactamente y cómo se diferencian el hosting dedicado y el compartido en aspectos como el coste, el rendimiento y la seguridad, sigue leyendo este artículo.

Índice Hosting dedicado y hosting compartido: ¿qué se esconde tras estos términos? Resumen de las diferencias entre hosting compartido y hosting dedicado Hosting compartido vs. hosting dedicado: resumen Hosting dedicado y hosting compartido: ¿qué se esconde tras estos términos? Cuando se contratan servicios de un proveedor de web hosting, se está alquilando hardware en el que poder operar un proyecto web. El proveedor ofrece servidores ya listos, con la potencia de computación necesaria en forma de CPU y memorias de trabajo, así como espacio en el disco duro para que funcionen el sistema operativo, el servidor de red, las bases de datos, etc.

Si te decides por un hosting dedicado (solo para ti), el proveedor te asignará uno o varios servidores concretos cuyos recursos estarán exclusivamente a tu disposición. El hosting compartido, en cambio, funciona de otra forma: aunque en este modelo el proveedor también te adjudica normalmente uno o varios servidores concretos, los recursos se comparten con otros clientes. Dicho de otra manera, en un servidor dedicado solo se operan tus proyectos, mientras que en uno compartido también se operan las aplicaciones web de otros usuarios.

Resumen de las diferencias entre hosting compartido y hosting dedicado A primera vista, no parece haber gran diferencia para los clientes entre un hosting dedicado y un pack de hosting compartido: al fin y al cabo, los recursos alquilados se gestionan en ambos casos a distancia, así que en principio no se nota si en el servidor de destino también se guardan datos de otros clientes o no. Sin embargo, factores como el coste, la seguridad o la tasa de utilización revelan enseguida que, en la práctica, ambos modelos de hosting son muy diferentes. Para facilitar la elección adecuada para tu proyecto web, hemos resumido las diferencias más importantes entre el  hosting compartido y el  hosting dedicado en esta comparación.

Sitios alojados en el servidor (server-hosted sites) Como ya se ha mencionado, la principal diferencia entre el hosting dedicado y el compartido es que en el último, el servidor no solo aloja tus proyectos, sino también las webs de otros clientes. Los usuarios de este modelo no pueden decidir con cuántos usuarios comparen los recursos de hosting ni saber qué tipo de proyectos web tienen sus compañeros de servidor. Con el hosting dedicado, por el contrario, sabes en todo momento qué datos se guardan en el servidor que has alquilado, ya que eres el único cliente que tiene acceso a él.

Seguridad y protección de datos Independientemente de si tu web se aloja en tu propio servidor o en uno alquilado, la seguridad es siempre imprescindible. Las medidas de protección contra malware, robo de datos, ataques DDoS y ataques de fuerza bruta forman parte del equipamiento obligatorio de todo administrador web responsable.

Los requisitos para cumplir con esta responsabilidad difieren mucho entre hosting compartido y hosting dedicado: los usuarios de hosting dedicado deben instalar, configurar y supervisar ellos mismos medidas y aplicaciones de seguridad como los cortafuegos. En el caso de los servidores compartidos, en cambio, es el proveedor quien se encarga de instalar y controlar las medidas básicas de seguridad, de manera que el usuario solo adopta un rol activo en este sentido si quiere instalar medidas adicionales.

Conviene recordar que el hecho de compartir el hardware con otros usuarios aumenta el riesgo para todos, especialmente si se comparte servidor con clientes que llevan a cabo proyectos web inseguros o poco serios.

En la elección entre hosting dedicado o compartido también entra en juego cuánto control sobre el servidor contratado se necesita o se desea. En un servidor dedicado normalmente se tienen los permisos root y con ellos la posibilidad de instalar los scripts y programas propios que se quiera. Además, puedes cambiar a tu antojo toda la configuración del servidor y del sistema operativo. Eso quiere decir también, por otro lado, que tienes mayor responsabilidad y que tienes que encargarte tú mismo, por ejemplo, de las actualizaciones y del mantenimiento.

En el hosting compartido, en cambio, no se tiene tal obligación: la actualización y el mantenimiento del servidor y del software instalado está totalmente a cargo del proveedor. Por eso mismo, puesto que este también tiene que garantizar que cada usuario solo tenga acceso a su propio servidor y sitio web, los derechos de acceso de cada cliente están mucho más limitados que en el hosting dedicado. La instalación de software o los cambios en la configuración central del servidor solo pueden ser realizados por el proveedor, para lo cual el cliente ha de ponerse primero en contacto con él o ella, imposibilitando así muchos cambios espontáneos o a corto plazo.